Al interior del museo, en un espacio de aproximadamente 300 metros cuadrados, se expone una parte considerable del material que éste titiritero de Parma ha recogido pacientemente en más de 60 años de actividad.
El fondo está constituido por las tallas producidas por los distintos miembros de la familia Ferrari pero sobre todo, por piezas de distintas procedencias, coleccionadas, compradas o donadas por otros artistas.
Las casi 500 piezas expuestas (títeres, marionetas, cabezas, objetos escenográficos, fotografías y carteles) conforman sólo una parte de la vasta colección que incluye, además de los actores de madera, escenografías, textos teatrales, publicaciones sobre el teatro y un archivo de material escrito, todas piezas que dan un testimonio importante del mundo del espectáculo.
El recorrido expositivo de los títeres está establecido según un criterio geográfico.
En la sala dedicada a los títeres emiliano-romañolos, se encuentra una importante contribución donada al fondo por la familia Campogalliani, la cual incluye el títere Sandrone, inventado por uno de los miembros de la familia.
Otra parte de la exposición está reservada para los títeres extranjeros, los contemporáneos y los títeres producidos industrialmente.
Por su parte, las marionetas no siguen un criterio geográfico, si no que están expuestas con el fin de sacar a relucir las más importantes compañías de los últimos tres siglos.
La última sala del museo está dedicada por completo a la familia Ferrari: las piezas allí expuestas pertenecieron a todos los componentes de la familia. El mayor número de piezas corresponde a las tallas trabajadas por Giordano.
Posteriormente, otros dos fondos se han unido a esta rica y valiosa colección. En orden cronológico, el primero en sumarse fue el conformado por el patrimonio de Franco Cristofori, gran coleccionista y estudioso de cultura popular, donado al Museo de los Títeres del Municipio de Parma por la esposa y los hijos, de acuerdo con la voluntad del periodista fallecido. El espesor de esta colección es sobresaliente: está constituida por más de mil piezas entre títeres, marionetas, objetos de escena, libros, manuscritos y escenarios teatrales. A estos, se suman 134 sobres con documentos que ofrecen un importante testimonio a los estudiosos del tema.
La segunda colección perteneció al ingeniero de Brescia Amilcare Adamoli, titiritero aficionado. Su material, donado por los hijos, incluye títeres, vestidos, textos teatrales, “efectos especiales” (como la pipa para las llamas), telones de fondo y el teatrito completo que el mismo Adamoli se había construido.
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