Da sx Luciano, Giordano, Bianca, Gimmi e Manuela

Italo Ferrari: los orígenes
“Llegué al mundo el 27 de abril de 1877. Mi familia, de campesinos, habitaba en el caserío de Casalfoschino, en Sissa, provincia de Parma”.

Quien habla es Italo Ferrari, cabeza de la familia Ferrari. Hijo de campesinos, fue influenciado por su padre para ejercer el trabajo de zapatero. Sin embargo, los títeres conformaban su “pasión dominante”, atraído como lo estaba, por los espectáculos de los maestros Amaduzzi, Belli y Campogalliani, que algunas veces pasaban por Sissa y por los pueblos aledaños.

Un día, Italo decidió montar un espectáculo…pero ”montar” es quizás una gruesa palabra para describirlo: pocos títeres sostenidos por palitos, algunos trapos que conformaban los vestuarios y … mucha buena voluntad.
Durante una noche de invierno de 1892 y en un viejo establo de Roncopascolo, junto al amigo   Giuseppe Avanzini (quien más adelante se convirtió en su cuñado), pusieron en escena su primera representación con el título: "La foresta perigliosa", sacada del repertorio de Arturo Campogalliani.

Luego de un período de decepciones artísticas, Italo entendió que para ejercer el trabajo de titiritero no era suficiente con un par de trapos, si no que además, se requería estudio, dedicación y sobretodo, tanta cultura.

Durante un primer período, Italo fue alumno de Arturo Campogalliani. Sin embargo, su maestro verdadero fue Francesco Campogalliani, seguramente el más grande titiritero que haya existido. Con la compañía de éste, Italo giró sin interrupciones por distintas ciudades y pueblos de Emilia.
Italo aprendió tantísimo de este gran maestro, prácticamente todo. De allí, decidió emprender el camino por sí solo… “con mis propias manos”, como amaba decir él mismo.

Una vez de regreso en Sissa, con la esposa Ebe Avanzini, que prestaba su voz a los personajes femeninos, inició a trabajar como titiritero. Con grandes dificultades, modificó todo el repertorio, pasando de las tragedias, a las que estaba acostumbrada la gente de entonces, al teatro cómico.

En 1914 Italo creó el personaje Wladimiro Falesi, apodado “Bargnocla”, en memoria de su viejo empleador – un zapatero – que tenía una gran verruga sobre su frente.

Después de la guerra, debido a la crisis generalizada y a la posibilidad de llevar a cabo únicamente un espectáculo semanal, la Compañía, que ya se había enriquecido gracias a la presencia de los hijos Giordano, Maura y Ermelinda, se dedicó también al “Variedad”, conformando una orquesta de baile que logró adquirir un gran éxito.

Entre 1948 y 1949, la familia Ferrari comenzó de nuevo a dedicarse por completo al teatro de títeres, trabajando en numerosas plazas, en los mayores teatros italianos y continuando a encantar a Salsomaggiore, en donde, ya desde 1922, habían propuesto espectáculos en los Termales. Por muchos años fueron invitados en la radio para transmitir sus comedias y en 1953, en Turín, llegaron a presentarse dentro de los primeros espectáculos experimentales televisivos.

Italo, que fue definido por Petrolini como"...un hombre lleno de sensibilidad, un mago experto y conocedor de las formas y el estilo de las máscaras italianas", poseedor de una voz flexible y potente, supo aportar con su gran creatividad, numerosas innovaciones al mundo de los títeres, de las cuales, los nuevos titiriteros de la actualidad, siguen tomando referencia.

Italo Ferrari murió en el mes de marzo de 1961 durante una representación de la comedia "I due anelli magici" (Los dos anillos mágicos), en el teatro de títeres de la Anunciación de Parma.

Giordano Ferrari: una valiosa herencia
Luego de su muerte, el hijo Giordano (1905-1987) asumió la dirección de la compañía. 
Nace en la barraca de los títeres “amamantado por la madre… que con el otro brazo sostenía a Colombina”. Gracias a la guía del padre y al amor por su arte, se distingue rápidamente por sus aptitudes como escenógrafo, escenotécnico, creador de efectos sorprendentes, estimado guitarrista, maestro de baile, pintor, coreógrafo, innovador del teatro y naturalmente, extraordinario titiritero.

La renovada "Compañía de los Ferrari" estaba compuesta por su esposa Bianca Anesi, graduada en el conservatorio de Parma como soprano y voz de todos los personajes femeninos y, por los hijos: Luciano, un actor de una rara versatilidad, excelente interprete de las “máscaras”, voz inimitable de Bargnocla, de gran habilidad con la armónica y empresario visionario y sostenedor de festivales de títeres y marionetas que tenía la idea de transformar a Parma en la capital de los títeres e, Italo Jr. apodado "Gimmi", también él, un actor formidable y un artista de carácter inconfundible.

Giordano Ferrari permaneció como el interprete principal de la compañía hasta el momento en el que una operación de las cuerdas vocales lo privó del uso de la voz. Desde entonces se dedicó por completo a la dirección, la escenografía, la música, las luces de escena, los dibujos del vestuario y la creación de las cabezas de los títeres.

La Compañía ha montado espectáculos en los mayores teatros italianos y europeos, en América Latina y en países asiáticos como Tailandia. No obstante su éxito, los Ferrari han permanecido fieles a las propias raíces, moviéndose entre Parma y Europa, entre el ya mítico taller de la calle Santo Spirito y los numerosos festivales internacionales.

El nacimiento de la colección
Durante los años 30, Giordano Ferrari presenció la muerte de un colega y se dio cuenta que, con el paso de los meses, ya nadie lo recordaba. De esta manera nació su idea de escribir a todos los colegas, conocedores y amantes del medio para que lo ayudaran en la recolección de testimonios, títeres, marionetas, textos teatrales, documentos y demás, que pudieran dar un testimonio de la existencia de un artista, desde el más modesto hasta el más grande. “Debemos aprender de todos” solía decir Giordano.
Hubo una gran solidaridad y una gran respuesta con el fin de transmitir una gran historia.
Muchas piezas fueron permutadas, otras adquiridas con gran esfuerzo hasta llegar a lo que se puede apreciar hoy en la exposición del Castillo de los Títeres.
De esta manera Giordano cumplió con el deseo del padre y creó una colección histórica, única en su género en el mundo.

La compañía en la actualidad
Actualmente la compañía de “Los títeres de los Ferrari” compuesta por Gimmi, su esposa Manuela, el hijo Giordano y la sobrina Daniela, hija de Luciano, fallecido prematuramente, continúa una tradición popular que se moderniza y enriquece continuamente, no sólo con las temáticas sociales de nuestros día, si no también con las novedosas técnicas del teatro de animación.
La familia colabora de manera activa con el Castillo de los Títeres – Museo Giordano Ferrari, realizando actividades de animación del museo.
Los textos en su mayoría, derivan de los antiguos esquemas de la comedia del arte. Las máscaras emilianas y de Véneto continúan siendo las protagonistas del espectáculo, el carácter primordial del teatro de los títeres: Sandrone (campesino de Módena) y Fasolino (joven del pueblo boloñés) son siempre los matadores de animales: Brighella, Arlecchino, Pantalone, dr. Balanzone, Florindo, Rosaura, Colombina ecc. continúan siendo los protagonistas de cada historia.
Con la modernización del teatro de títeres y de la puesta en escena, los Ferrari se presentan hoy en día en el ámbito internacional, también con espectadores extremadamente atentos al aspecto visual, con el fin de divertir al público extranjero: Suiza, Alemania, Holanda, Yugoslavia, Francia, China, Japón, Estados Unidos, han recibido esta compañía en tournée y festivales.  

Los espectáculos
Con el fin de adaptar el tradicional teatro de los títeres a un género más actual e inmediato, la compañía ha pensado en incluir sus personajes dentro del “cabaret”, inventando una especie de “cabaret bargnocla”.
La acción se desarrolla a través de tres personajes: el titiritero, cubierto con una mampara y que actúa con el títere Bargnocla y el hombre, de frente a la mampara, que conversa con éste  y representa al público.
De esta manera se pone en evidencia el abismo de expresión que existe en el ser humano, que se libera de las restricciones y conversaciones por medio del títere.
El resultado son veinte minutos de sátira socio-política destinada gracias a su misma esencia, a un público prioritariamente adulto.
Las fábulas son otro género representado por la compañía. Para ellas utiliza efectos especiales, luces fantásticas y vestuarios, con el fin de transportar a la audiencia, durante el tiempo que dura la representación, a un mundo encantado y lleno de fantasía.
Aquí, los monstruos y las hadas son los personajes principales de la historia en la que se articulan los personajes y las máscaras del teatro de títeres.
Farsas, sketchs, danzas, diálogos cómicos y partes cantadas por dúos, tríos y coros, son los otros géneros presentados por la compañía “los títeres de los Ferrari”.

Los títeres de los Ferrari
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